Las Naciones Unidas en distintos documentos han resaltado la importancia que tiene el agua para aliviar la pobreza, el hambre, y la enfermedad; sin embargo millones de hombres, mujeres y niños en el mundo entero aún no tienen acceso al agua potable y sanitaria. Este es un derecho humano, pero esta triste realidad contrasta con la inmensa inversión que algunas naciones destinan a la exploración espacial, lo cual es paradójico, considerando que son millones de seres vivos los que mueren de sed.
Aquí en Naguanagua estamos cerca de vivir este panorama. Desde hace tres semanas los vecinos de Tarapío, Barrio Oeste II y III están sin el vital servicio,
que como todos sabemos es competencia de la Hidrológica del Centro (Hidrocentro), empresa que depende del gobierno nacional.
Esta no es una situación nueva para ellos, pues en lo que va de año ya en dos oportunidades han pasado por la misma calamidad, quedando hasta tres meses sin el vital líquido.
Un gobierno que se hace llamar defensor de los derechos humanos en instancias internacionales hoy le viola ese principal derecho a los ciudadanos de Naguanagua, porque esta situación de escasez de agua se viene repitiendo en todos los sectores. Vecinos de comunidades como la parte alta de Lorenzo Fernández tienen meses que no saben lo que es abrir la llave del lavamanos y que salga agua; situación que viven en gran parte del municipio, donde apenas reciben el servicio solo dos o tres veces por semana.
No obstante, este mundo de contradicciones se ve reflejado también cuando llega el recibo de cobro del agua a cada hogar naguanagüense. Hidrocentro factura treinta días, pero escasamente presta el servicio una o dos veces a la semana, y no precisamente en las mejores condiciones, pues el vital líquido que debe ser incoloro e inoloro, y puro, llega con malos olores, sucio, con altos niveles de cloro y otros componentes químicos; ¿Será eso un servicio de calidad?
No solo Hidrocentro y el gobierno viola los derechos humanos a los naguanagüenses al no enviar el agua las 24 horas, los 7 días a la semana, sino que somete a los vecinos a vivir bajo los fuertes y malos olores de las cloacas colapsadas, competencia que también recae sobre esta empresa hidrológica. En Naguanagua no hay comunidad por la que caminemos donde no nos encontramos una podredumbre por el colapso de cloacas.
Definitivamente, sin temor a equivocarnos podemos afirmar que Hidrocentro es enemiga de los vecinos de Naguanagua. Somete a la tortura a miles de personas en el municipio al dejarlos durante semanas sin agua, no solventa el colapso de las cloacas, y además cuando intenta hacerlo, solo termina destruyendo las calles.
Un reciente ejemplo, que indignó a los vecinos de todo el sector, fue el que vivimos en la avenida Valmore Rodríguez, ubicada al norte del municipio, la cual fue impecablemente asfaltada por la Alcaldía, y sin embargo por la negligencia de Hidrocentro la calle se reventó por la rotura de un tubo de aguas negras que corría libremente por la vía. Luego de un mes de este desastre la empresa hidrológica “actuó”, y después de “solventar” la situación, destruyeron la calle, dejando apenas un solo canal de circulación, situación que ya lleva tres semanas y no hay indicios de reparación.
No nos cansaremos de elevar nuestra voz de protesta en nombre de los miles de vecinos de Naguanagua que se ven afectados a diario por el mal servicio de Hidrocentro. Somos una plataforma para elevar las denuncias que nos hacen en nuestras caminatas. No nos callaremos, seguiremos exigiendo servicios de calidad, seguiremos Construyendo Futuro.
Albert Valero E.
@aavaleroe