Estamos atravesando la crisis más
fuerte en la historia de nuestro país, incluso mayor a la coyuntura que se
vivió en la 4ta República. Esta crisis ha obligado a millones de venezolanos,
en su mayoría jóvenes, a emigrar a otros países en búsqueda de oportunidades
para progresar. Y es que para nadie es un secreto todo lo que nos aqueja día a
día en las calles y hogares venezolanos, desde la cola para la comida y
medicamentos hasta los atracos dentro de casa.
Adicionalmente, nos golpea día a
día un problema cultural, donde el más “vivo” es el que quiere imperar en
nuestra sociedad. Cuantas veces no vemos los carros parados sobre el rayado
peatonal y comerse un semáforo, o personas atendiendo terriblemente a los
clientes en un negocio. Como dice una amiga: “el problema de los venezolanos
somos nosotros mismos”, y somos nosotros los que hemos permitido que hayamos
llegado a estas condiciones de vida aterradoras.
¿Entonces cuál es la solución a
esta crisis que vivimos en nuestro país?
Paradójicamente, al igual que el
problema, la solución está en nosotros.
Hagamos un pequeño ejercicio
mental, imaginemos por un momento nuestro país luego del cambio que la mayoría
queremos, quizás menos tiempo de lo que siempre has pensado, en donde todos
nuestros familiares y amigos están volviendo, y trayendo consigo experiencia,
conocimientos, proyectos e ideas para emplearlos aquí, una visión diferente de
hacer las cosas. Esa Venezuela es posible solo con el apoyo de cada uno de
nosotros, con las acciones diarias.
Hoy por hoy no basta pensar que Venezuela
es el mejor país del mundo, aunque poseemos maravillas naturales y minerales, y
recursos en abundancia, no podemos decir que tenemos una economía estable.
Todos los gobiernos, incluyendo el actual, han enseñado al venezolano a esperar
que le resuelvan sus problemas, nos han acostumbrado a darnos todo, y ese
paternalismo es el que está marcando la tendencia del ser venezolano. En
segundo lugar, los últimos años hemos visto cómo de alguna manera hemos perdido
ese calor y cordialidad que nos representaba, lo que nos ha llevado al siquiera
responder los “buenos días” en las mañanas o respetar al otro.
Aunque el futuro se ve bastante
sombrío, realmente tenemos una gran posibilidad, que depende en gran medida de
nuestro compromiso y las ganas de sacar este país adelante. Este 6D tenemos una
gran oportunidad para comenzar el cambio que necesitamos a través del organismo
más importante que tiene Venezuela: la Asamblea Nacional. Con tu voto y defensa
del mismo, podremos garantizar el inicio del fin para este gobierno.
Hagamos cada día un mayor
esfuerzo para mejorar, convirtámonos en ciudadanos más que habitantes. Seamos
venezolanos para Venezuela.
Edward Porras Dos Santos
Twitter e Instagram: @Edward_PorrasDS