El 12 de febrero es un día
histórico para nuestro país, a 202 años de la Batalla de la Victoria; en esta
fecha se libra en la ciudad de La Victoria, Edo. Aragua, una de las luchas más
importantes para alcanzar la independencia de Venezuela. Fue una lucha que
enfrentó una vez más al ejército patriota y al Urogallo, José
Tomás Boves. Este pasaje de la historia, destacó
por la presencia de 85.000 estudiantes del seminario de Santa Rosa de Lima y de
la Universidad de Caracas, liderados por el General José Félix
Ribas, donde la rebeldía se hizo presente, dando la victoria al
ejército patriota; pero no es sino hasta 1947, cuando la Asamblea
Constituyente decreta que la victoria de esta batalla se iba a celebrar cada 12
de febrero como “El Día de la Juventud”, gracias a la
participación de los miles de jóvenes determinantes para obtener el
triunfo.
Los jóvenes hemos
sido participes año tras año del acontecer del país,
nacional e internacionalmente; desde todo punto de vista, cultural, deportivo,
académico, social y político. Y es que los jóvenes,
y en especial los venezolanos, tenemos esa particular “chispa”
que tanto nos diferencia del resto del mundo, ese extra que nos hace únicos.
Incluso en la actualidad, los jóvenes seguimos teniendo las características
antes mencionadas, pues Venezuela es el primer país exportador de talento. La grave crisis
que ha desatado este y los últimos gobiernos de la cuarta república,
ha dejado sin opciones a millones de jóvenes venezolanos, quienes han visto la
necesidad de migrar a otros países, a mostrar ese talento del que les
hablo el día de hoy; a triunfar como su país no les ha permitido y a soñar
con esa familia que Venezuela les ha prohibido.
Todos tenemos un familiar, amigo
o conocido en el extranjero, y aunque extrañen su país, saben que pueden prosperar donde están,
se sienten seguros desde donde se mire, tanto personal como económicamente.
El tema de la seguridad económica es muy particular, pues en el
mercado negro se cotiza el dólar en más de mil bolívares, un
mercado negro que aparentemente maneja una conocida página web,
quedando cada día más en solitario en la cima de la lista
como el país con la mayor devaluación en el mundo y la peor economía,
muy por encima de cualquier país que se puedan imaginar, incluyendo países
en guerra. Haciendo énfasis en el tema económico,
quiero hablarles de una época que nadie recuerda, pero que
efectivamente vivimos en el país, esa maravillosa época
que vivieron mis padres y abuelos, cuando Venezuela era el país
con la economía más estable del mundo, con la moneda más
fuerte, un país petrolero que no dependía netamente de este recurso, esa
Venezuela que construyeron venezolanos, iguales que nosotros, trabajando
correcta y dignamente por el desarrollo del país, y no por su bolsillo, ese país
aún
es posible.
Hace solo unos días,
el gobierno celebraba uno de los acontecimientos más crudos y
menos luminosos de la historia moderna del país, el 4 de febrero, día
en el que, como saben, el entonces joven comandante Hugo Chávez,
en compañía de otros militares jóvenes, trataron de tomar el poder a través
de un fallido golpe de estado en el año 92. Y esos mismos militares jóvenes,
quienes se dieron cuenta que esa no era la vía, decidieron vestirse de civiles,
llegando efectivamente al gobierno en el 98. Y desde entonces, comenzaron a dar
vestigios de los planes de aquel “intento de golpe”, y que hoy
vemos como sus intenciones personales llevaron al país a la ruina.
Ser joven en este país
es una responsabilidad enorme, no solo por lo que nos dice la historia, sino
por lo que nos demanda el acontecer diario con el que debemos lidiar.
Ciertamente Venezuela es el país de las oportunidades, la pregunta es: ¿cuándo
los venezolanos entenderemos esta frase?, los gobernantes los elegimos nosotros,
y es responsabilidad de nosotros decidir si continúan ejerciendo
sus funciones.
Quiero dedicar este día
de la juventud, a todos aquellos que decidieron irse del país
buscando una oportunidad, no es fácil lidiar con los problemas de dos países
a la vez. Para todos ellos, un fuerte y caluroso saludo como solo los
venezolanos sabemos hacer, y una promesa: pronto volverán a su hogar,
el que siempre ha sido su casa, con sus playas, ríos, mares, montañas, llanos,
selvas, tepuyes, con la mejor gente, Venezuela.
Edward
Porras dos Santos.
Twitter e
Instagram: @EdwardPorrasDS.