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jueves, 11 de febrero de 2016

Día de la juventud, 2016

El 12 de febrero es un día histórico para nuestro país, a 202 años de la Batalla de la Victoria; en esta fecha se libra en la ciudad de La Victoria, Edo. Aragua, una de las luchas más importantes para alcanzar la independencia de Venezuela. Fue una lucha que enfrentó una vez más al ejército patriota y al Urogallo, José Tomás Boves. Este pasaje de la historia, destacó por la presencia de 85.000 estudiantes del seminario de Santa Rosa de Lima y de la Universidad de Caracas, liderados por el General José Félix Ribas, donde la rebeldía se hizo presente, dando la victoria al ejército patriota; pero no es sino hasta 1947, cuando la Asamblea Constituyente decreta que la victoria de esta batalla se iba a celebrar cada 12 de febrero como El Día de la Juventud, gracias a la participación de los miles de jóvenes determinantes para obtener el triunfo.

Los jóvenes hemos sido participes año tras año del acontecer del país, nacional e internacionalmente; desde todo punto de vista, cultural, deportivo, académico, social y político. Y es que los jóvenes, y en especial los venezolanos, tenemos esa particular chispa que tanto nos diferencia del resto del mundo, ese extra que nos hace únicos. Incluso en la actualidad, los jóvenes seguimos teniendo las características antes mencionadas, pues Venezuela es el primer país exportador de talento. La grave crisis que ha desatado este y los últimos gobiernos de la cuarta república, ha dejado sin opciones a millones de jóvenes venezolanos, quienes han visto la necesidad de migrar a otros países, a mostrar ese talento del que les hablo el día de hoy; a triunfar como su país no les ha permitido y a soñar con esa familia que Venezuela les ha prohibido.

Todos tenemos un familiar, amigo o conocido en el extranjero, y aunque extrañen su país, saben que pueden prosperar donde están, se sienten seguros desde donde se mire, tanto personal como económicamente. El tema de la seguridad económica es muy particular, pues en el mercado negro se cotiza el dólar en más de mil bolívares, un mercado negro que aparentemente maneja una conocida página web, quedando cada día más en solitario en la cima de la lista como el país con la mayor devaluación en el mundo y la peor economía, muy por encima de cualquier país que se puedan imaginar, incluyendo países en guerra. Haciendo énfasis en el tema económico, quiero hablarles de una época que nadie recuerda, pero que efectivamente vivimos en el país, esa maravillosa época que vivieron mis padres y abuelos, cuando Venezuela era el país con la economía más estable del mundo, con la moneda más fuerte, un país petrolero que no dependía netamente de este recurso, esa Venezuela que construyeron venezolanos, iguales que nosotros, trabajando correcta y dignamente por el desarrollo del país, y no por su bolsillo, ese país aún es posible.

Hace solo unos días, el gobierno celebraba uno de los acontecimientos más crudos y menos luminosos de la historia moderna del país, el 4 de febrero, día en el que, como saben, el entonces joven comandante Hugo Chávez, en compañía de otros militares jóvenes, trataron de tomar el poder a través de un fallido golpe de estado en el año 92. Y esos mismos militares jóvenes, quienes se dieron cuenta que esa no era la vía, decidieron vestirse de civiles, llegando efectivamente al gobierno en el 98. Y desde entonces, comenzaron a dar vestigios de los planes de aquel intento de golpe, y que hoy vemos como sus intenciones personales llevaron al país a la ruina.

Ser joven en este país es una responsabilidad enorme, no solo por lo que nos dice la historia, sino por lo que nos demanda el acontecer diario con el que debemos lidiar. Ciertamente Venezuela es el país de las oportunidades, la pregunta es: ¿cuándo los venezolanos entenderemos esta frase?, los gobernantes los elegimos nosotros, y es responsabilidad de nosotros decidir si continúan ejerciendo sus funciones.
Quiero dedicar este día de la juventud, a todos aquellos que decidieron irse del país buscando una oportunidad, no es fácil lidiar con los problemas de dos países a la vez. Para todos ellos, un fuerte y caluroso saludo como solo los venezolanos sabemos hacer, y una promesa: pronto volverán a su hogar, el que siempre ha sido su casa, con sus playas, ríos, mares, montañas, llanos, selvas, tepuyes, con la mejor gente, Venezuela.

Edward Porras dos Santos.
Twitter e Instagram: @EdwardPorrasDS.